¡Que alguien piense en los niños!
Cuando se degusta algo, se necesita un ambiente libre de contaminación: buena luz, poco ruido y sin aromas predominantes. Recuerdo una compañera de trabajo (sí, estoy hablando de ti) que usaba un perfume deliciosamente caro, y que olvidaba no aplicárselo antes de una degustación, anulando toda posibilidad de un ambiente libre de flores y notas dulces en una cata de vinos blancos.